A finales del 2012, Egipto condenó al blogger Alber Saber por ser ateo. Ahora, en menos de un mes, dos estudiantes también fueron condenados a prisión por pensar diferente (!).
A mediados de enero, Karim al-Banna fue condenado a tres años de prisión por declararse ateo (y en consecuencia cometer el delito imaginario de blasfemia):
Un estudiante ha sido condenado a tres años de prisión por anunciar en Facebook que era ateo y por lo tanto “insultar el islam”. Karim Ashraf Mohamed al-Banna, de 21 años, fue detenido en noviembre del 2014, con un grupo de personas en un café en El Cairo.
La policía luego cerró el denominado “cafe de ateos” en lo que está siendo visto como una ofensiva gubernamental coordinada contra los ateos. Un administrador local dijo a un sitio web de noticias que la cafetería era “conocido como un lugar para el Satanismo, rituales y danzas”.
Esta semana, le correspondió el turno a Sherif Gaber, por lo mismo:
El lunes, un estudiante de Ismailia fue condenado a un año de prisión por un tribunal por actividades en el campus relacionadas con desprecio a la religión y por declaraciones ateas en línea.
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En declaraciones al Daily News Egypt, Gaber dijo que era un “buen estudiante… el mejor de su clase”, pero que su encuentro con la universidad comenzó después de que desafió a un profesor de ciencias. Esto surgió a raíz de que el profesor dijo que la homosexualidad era un pecado, y llamó a que los homosexuales fueran “crucificados en medio de las calles”.
Estudiantes que cuestionan la autoridad y piensan por sí mismos. ¿Qué país querría eso?
(Imagen: Thomas Hawk via photopin cc)