Aunque no tuvo la cantidad de comentarios que le llegan a otros temas, la retroalimentación sobre la anterior ronda de links fue positiva, así que ahora vamos con la segunda edición:
• Regresa la serie Magufos Anónimos, en la que los escépticos contamos nuestra trayectoria vital de rehabilitación de las creencias irracionales y tóxicas. El 2015 abre con los testimonios de Martín Caicedo, Daniel Dresser y Jorge Camacho.
• Not a Very P.C. Thing to Say, artículo de Jonathan Chait donde expone cómo la corrección política y la policía del pensamiento están pervirtiendo el progresismo, creando un cisma en la izquierda. No puedo recomendar suficientemente su lectura.
• Aunque no soy un fan del terror cósmico, sé que hay escépticos a los que les encanta el género. Para ellos llega Radiotelescopio abandonado, una intersección de ambos mundos.
• A pesar de que el debate de la tauromaquia dejó de interesarme, la discusión siempre está polarizada. Para los que le siguen la pista, mi amigo Alejandro Hurtado reflexiona sobre las consignas y falacias del tema y cómo se ha llegado a un punto muerto.
• También vuelve la serie Planeta Desencantado, que desmonta las magufadas que JJ Benítez vomita en su serie pseudodocumental Planeta Encantado. En Hache dos o Ylmer demuestra las falsedades del capítulo Los señores del agua.
• Social Programs That Work: la administración Obama ha destinado recursos a programas sociales que un creciente cuerpo de evidencia señala que funcionan y tienen impacto positivo a largo plazo (y que los Republicanos los quieren recortar). Y yo que pensaba que ese era el supuesto bajo el cual ya deberían operan todos los estados modernos.
• The dark side of free will, charla de TEDxChemungRiver donde Gregg Caruso expone que la creencia en el libre albedrío se correlaciona con una mayor religiosidad, mayor tendencia al autoritarismo de derecha, una mayor creencia de que el mundo es justo y mayor punitividad. (Caruso explica estas dos últimas.)
• En un clip de 9 minutos, Steven Pinker ofrece una explicación del significado evolutivo de la música, a la que no ve como una adaptación, sino como un subproducto placentero de alguna otra adaptación que, dice él, sería el lenguaje. Para los que han leído Cómo funciona la mente de Pinker, la metáfora de que la música es un delicioso postre auditivo resultará familiar.
Una buena forma de aprovechar el tiempo libre durante el fin de semana. Al igual que la vez pasada, los invito a que, en la sección de comentarios, compartan links que les parezcan apropiados para la próxima ronda.
(Imagen: ZERGE_VIOLATOR via photopin cc)