La explicación más plausible la ofrece mi amigo Gabriel Andrade:
En esta discusión, es muy pertinente tener presente la figura de Sayyed Qutb. El renovado integrismo musulmán de finales del siglo XX debe mucho a este personaje. Él fue quien, a mediados del siglo XX, lanzó el movimiento que luego desembocaría en los Hermanos Musulmanes, y que luego nutriría ideológicamente a grupos como Al Qaeda y Ejército Islámico.
Cierto es que Qutb, cuya obra es vastísima, nunca hizo un llamado a matar inocentes empleando tácticas terroristas. Pero, sí hizo un llamado a destruir Occidente. Mucho antes de que Samuel Huntington hiciera popular su tesis sobre el choque de las civilizaciones, fue el propio Qutb quien postuló que era inevitable una confrontación. ¿Por qué era necesario destruir a Occidente? Qutb no ofrece las respuestas típicas de los izquierdistas (de hecho, fue ejecutado por Nasser, ¡un dictador muy mimado por la izquierda!). Para Qutb, las invasiones, el apoyo a dictadores, y el ejercicio del poder imperial, es apenas un motivo secundario. El verdadero motivo de su cruzada es la decadencia moral de Occidente.
Qutb estuvo de visita en EE.UU., y quedó horrorizado de ver que los muchachos adolescentes bailaran con las muchachas (esto fue a mediados del siglo XX, ¡sin duda hoy quedaría más horrorizado con el reguetón!). A partir de esa experiencia tan traumática, quiso salvar al mundo musulmán de la depravación occidental. Su enemigo, pues, no era meramente EE.UU., Francia o Inglaterra, los típicos poderes imperiales. Era también Suiza, Luxemburgo y Andorra, paisitos que no ejercen ninguna depredación imperial, pero cuya cultura es lo suficientemente ofensiva como para ameritar su destrucción. ¿Por qué integristas musulmanes colocaron una bomba en una discoteca en Bali? ¿Acaso el gobierno indonesio ha extraído petróleo de otros países musulmanes a los cuales ha invadido? No: los terroristas colocaron una bomba en la discoteca, ¡precisamente porque odian las discotecas!
El error fundamental de izquierdistas como Chomsky es no darse cuenta de que los propios valores que ellos defienden, son motivo de odio para el integrismo musulmán, y que la depredación imperial es apenas un motivo secundario. La izquierda clásica ha defendido el Estado laico, la promoción de la ciencia, la liberación femenina, la liberación sexual, la creación artística, etc. El integrismo musulmán aborrece todo eso. Mark Steyn muy cómicamente lo resumía así: el yijadista estará muy dispuesto a matar a Susan Sontang (una prominente izquierdista norteamericana) antes de que ésta tenga suficiente tiempo para decirle, “pero, espera, ¡yo estoy de tu lado!”.
En una frase, es el odio a la libertad.
(Imagen: Pixel whippersnapper via photopin cc)