La Silla Vacía advierte sobre el político cristiano Ricardo Arias Mora y su aspiración a la alcaldía de Bogotá:
Arias es un político de carrera. Empezó como concejal de su natal Armenia, fue diputado del Quindío, representante a la Cámara y senador entre 2002 y 2010, siempre con el impulso de votos cristianos. Fue uno de los congresistas que fundaron el partido de La U en 2006, en 2010 se quemó con 20 mil votos y ese mismo año fue nombrado presidente del Fondo Nacional del Ahorro hasta octubre del año pasado.
Ahora creó un movimiento llamado “Libres”, que ya está inscrito ante la Registraduría y con el que está empezando a recoger las 50 mil firmas que se necesitan para lanzarse a la alcaldía sin el aval de un partido. Arrancaron a recogerlas en noviembre, con el apoyo de voluntarios de iglesias cristianas y cerca de ellas (como acá en el Centro Mundial de Avivamiento, la iglesia cristiana evangélica más grande de Bogotá con unos 50 mil fieles), y según Arias ya tienen 107 mil firmas recogidas.
Arias tiene el respaldo de Cedecol, la organización sombrilla de decenas de iglesias y pastores, lo que podría darle un impulso grande, pero quiere que el mensaje central de su campaña sea el de gerencia para la ciudad,
Sin embargo, no cuenta con el apoyo del Mira y sus dos concejales, de la misión Carismática Internacional de Claudia Rodríguez de Castellanos (grupo que tiene una concejal en la ciudad y está con el Centro Democrático) ni del viejo C-4, que está agrupado alrededor del senador de La U Jimmy Chamorro.
A pesar de esas ausencias, Arias sí cuenta con el respaldo de iglesias como las que apoyaron al pastor Gustavo Paéz en el 2011 (cuando sacó casi 30 mil votos a la alcaldía) y podría convocar a otras que llevaron al pastor Marco Fidel Ramírez al concejo por el PIN.
Su idea es tener también una lista cerrada al Concejo y listas a las Juntas Administradoras Locales.
Es curioso: los cristianos ya manejan Bogotá, tanto la Alcaldía como el Concejo.
Y Colombia es un Estado laico, pero como es un estado fallido, Cedecol da su respaldo a candidatos y no pasa absolutamente nada.
Y vaya, que dios es un capullo: en vez de señalar a un elegido entre sus esclavos mentales, simplemente deja que se peleen entre ellos, incluso arriesgando la posibilidad de que eso les cueste la carrera.
(Imagen: Gonzo Bonzo via photopin cc)