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La Corte Constitucional falló ayer la primera demanda contra la ley de Laura Montoya.
Lmentablemente, la Corte dejó en firme la ley, aunque tumbó algunos artículos:
Uno de estos, tal y como lo planteó la ponente la magistrada María Victoria Calle, es que la Madre Laura no sea consagrada la patrona del magisterio de Colombia. El debate en este punto se centró en la Constitución de 1991 en la cual se estableció que el Estado no puede involucrarse en hechos que indiquen que se está privilegiando una religión más que otra, ni desconocer la libertad de culto.
El otro punto que se ‘cayó’ es el que hablaba de la construcción de un mausoleo para la peregrinación de los fieles; donde el Ministerio de Cultura dispondría de los recursos necesarios para la realización de esta obra. Otro de los puntos que la sala ‘tumbó’ es el que designaba a la madre Laura como “cuna moderna de la evangelización para los indígenas de América y el mundo moderno”. Para el alto tribunal esta expresión sí segmenta de cierta forma la participación de otras religiones.
Entre las disposiciones que se salvaron queda la de rendirle honores nacionales (?). El motivo, según la Corte, es que “con darle vía a la ley no se le está dando predilección a una religión” — claro, ¡porque en Colombia abundan los honores nombre de Ganesha! Los medios dicen que la Corte dejó en firme el día festivo de la ‘madre’ Laura, sin embargo, esa disposición hacía parte de otro proyecto de ley que, finalmente, fue archivado.
Todavía queda la segunda demanda contra la ley, pero yo no me hago ilusiones: si la Corte permitió el privilegio religioso tan alegremente y no ofreció ninguna excusa para desconocer la igualdad, sino que simplemente lo hizo porque sí, no hay motivo para pensar que la próxima vez vayan a hacer lo correcto
Y no creo que el reparto cambie mucho las cosas: María Victoria Calle, la ponente de esta sentencia hace parte del bloque ‘liberal’ de Magistrados, el mismo al que pertenece Jorge Iván Palacio, a quien le correspondió la ponencia de la segunda demanda.
Amanecerá y veremos.