Hace unos meses, el Ministerio de Cultura ofreció la exposición ‘Mujer en custodia‘ (luego renombrada ‘Mujeres ocultas‘). Grupos de católicos fundamentalistas intentaron censurar la exposición, argumentando que ofendía sus creencias (¿y qué si lo hacía?) y consiguieron que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca vetara la exposición (ya, luego, levantaron el veto).
El caso fue apelado y, finalmente, se hizo justicia:
Los consejeros desestimaron estos argumentos y, con ponencia del magistrado Gerardo Arenas Monsalve, decidieron negar la tutela puesto que para ellos “no es válido restringir el derecho a la libertad de expresión de la artista” cuando el Estado debe profesar una neutralidad religiosa.
Recordaron que el carácter laico y pluralista del Estado le exige garantizar el derecho a “la libertad de cultos, la libertad de conciencia, de expresión y el libre desarrollo de la personalidad”.
Para el Consejo de Estado, el permiso que el Ministerio de Cultura otorgó a Trujillo de realizar la exposición en el Museo Santa Clara, no está vulnerando los derechos de quienes estiman que la referida obra es contraria a sus creencias religiosas pues a los espectadores no se les está imponiendo que compartan el contenido de la exposición.
Agregan que los ciudadanos pueden manifestar su inconformidad con la muestra atrística, pero “no exigir que el Estado censure a una persona que frente a determinado asunto tiene una perspectiva distinta”
Es refrescante ver a un alto tribunal del país respetar el Estado laico.
Kudos para el Consejo de Estado y el magistrado Gerardo Arenas.
(vía Jorge González)