por el doctor Edzard Ernst:
1. Muchas personas afirman que la medicina herbal es eficaz porque muchas de nuestras drogas modernas se basan en las plantas. La última parte de esta afirmación es verdadera, por supuesto, pero esto no significa necesariamente que los remedios herbarios son eficaces. Los medicamentos derivados de plantas contienen una molécula única bien definida, investigada extensivamente (por definición, esto hace que sean fármacos convencionales y no remedios a base de hierbas), mientras que las hierbas medicinales se basan en la totalidad de (partes de) las plantas; por tanto, contienen muchas moléculas farmacológicamente activas. A menudo, esto significa que es difícil o imposible saber qué dosis de qué ingrediente se está administrando y qué acciones farmacológicas se pueden esperar.
2. A pesar de que las regulaciones nacionales difieren en gran medida, los remedios a base de hierbas por lo general no necesitan ser apoyados por evidencia de la eficacia para poder estar legalmente disponibles. Esto significa que un remedio determinado puede o no haber sido probado en ensayos clínicos para determinar si funciona para la condición anunciada. De hecho, sólo muy pocos (menos de 30, calculo) remedios herbarios son apoyados por pruebas sólidas de la eficacia; miles no cumplen con este criterio.
3. La muy ampliamente difundida noción de que los remedios herbarios son por definición naturales y por lo tanto seguros no es más que un mito promocional. Las plantas contienen muchas sustancias químicas que pueden tener actividad farmacológica. Esto significa que podrían ser terapéuticos, pero también significa que podrían ser tóxicos (tradicionalmente los venenos más poderosos se originaron en el reino vegetal). Si alguien utiliza la falacia ‘natural = seguro’ recuérdale de la cicuta, la hiedra venenosa etc.
4. Además de la potencial toxicidad de un ingrediente a base de hierbas, hay otros problemas de seguridad importantes que deben ser considerados. Lo más importante, los remedios herbales pueden interactuar con los medicamentos prescritos. Por ejemplo, la hierba de San Juan (uno de los remedios a base de hierbas mejor estudiados en este sentido) interactúa poderosamente con cerca del 50% de todos los medicamentos de prescripción — de hecho, disminuye su nivel en la sangre lo que significa que un paciente con anticoagulantes perdería su protección anti-coagulante y podría sufrir de un de coágulos de sangre (potencialmente mortal).
5. En muchos países, incluido EEUU, la regulación de los remedios a base de hierbas es tan laxa, que no hay ninguna garantía de que un remedio herbal que se vende legalmente sea seguro. Los reguladores sólo pueden intervenir una vez que hay informes de efectos adversos. Esto significa que la carga de la prueba de seguridad se invierte de manera efectiva lo que obviamente expone a los consumidores a riesgos incalculables.
6. La calidad del producto a base de hierbas está igualmente mal regulada en la mayoría de los países. Una gran cantidad de investigaciones en EEUU, por ejemplo, ha demostrado que la dosis del ingrediente herbal impreso en la etiqueta de un producto comercial puede variar prácticamente desde 0 al 100%. Del mismo modo hay poca garantía de que los ingredientes que figuran en la etiqueta correspondan a los de la preparación. Esto significa que vale la pena comprar no sólo remedios a base de hierbas bien investigados, sino también los comercializados por fabricantes de alta calidad a través de puntos de venta respetables.
7. Cualquier regulación de los remedios a base de hierbas, incluso la europea que a menudo es elogiada por proteger adecuadamente a los consumidores, queda nula y sin efecto una vez que los consumidores pasan a Internet y compran sus remedios a base de hierbas de una de las muchas fuentes dudosas encontradas allí en profusión verdaderamente alarmante. Afirmaciones falsas, calidad inferior e incluso productos rotundamente peligrosos abundan, y a menudo es imposible distinguir el producto aceptable del fraudulento.
Soldado advertido no muere en guerra.
