El presupuesto nacional para el próximo año tiene un déficit de 12,5 billones de pesos y se vienen nuevos impuestos.
Mientras tanto, la Corte Constitucional tuvo la ‘gran’ idea de rebajarle más impuestos a las iglesias:
[La Corte] exime del pago de la sobretasa ambiental a una iglesia cristiana de Santander y exhorta al Gobierno para que “en acuerdo con las diferentes iglesias reconocidas, en el menor tiempo posible, presente un proyecto de ley que garantice su trato igual en materia tributaria”.
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Lo que esto significa —en el fondo— es menos impuestos para estas congregaciones, algunas de ellas seriamente cuestionadas, como la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, de la dirigente cristiana María Luisa Piraquive. Congregaciones, que de acuerdo con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), mueven hasta $1 billón en transacciones, anualmente.
La iglesia pedía igualdad tributaria con la Católica. Es curioso cómo les deja de importar la igualdad cuando vomitan su intolerancia machista, homofóbica y ateofóbica.
El Concordato es un error de proporciones épicas, pero la solución es que la Iglesia Católica empiece a pagar impuestos en vez de permitir que todas defrauden al Estado. Como cualquier otro negocio, todas las iglesias ocupan espacio, producen dinero y se entrometen en política, ¿por qué no iban a pagar impuestos?
La Corte ya ha defendido el privilegio religioso antes — en nombre de la igualdad se está desarrollando una jurisprudencia completamente inequitativa, que premia la superstición.
