El niño, cuyos detalles no fueron proporcionados, murió en el Distrito de Salud de Hunter de Nueva Inglaterra. Fue la primera muerte infantil en Nueva Gales del Sur por tos ferina desde el 2012.
La directora de enfermedades transmisibles del departamento de Salud, Vicky Sheppeard, dijo ayer que aunque Nueva Gales del Sur trató de enfatizar la importancia de la vacunación, “entendemos que (el niño) no había recibido ninguna dosis de la vacuna“.
Un niño inocente murió porque sus padres se negaron a aceptar que las vacunas funcionan — Andrew Wakefield debe estar celebrando.
(Imagen: Alex E. Proimos via photopin cc)