Cuando nos oponemos a la clase de religión, realmente queremos decir que nos oponemos al adoctrinamiento y reclutamiento religioso en clase. No tenemos problema si las clases de religión son objetivas y de religiones comparadas.
¡Y no es imposible! Lo hacen los colegios públicos de Modesto (California):
El miembro de la junta Steve Grenbeaux dijo que su hija tomó el curso. “Ella se crió en un hogar cristiano, así que el pensamiento religioso divergente fue nuevo para ella. Sirvió para que tuviéramos algunas conversaciones interesantes en la mesa”, dijo Grenbeaux.
Arianna Sibaja del bachillerato Johansen dijo que el curso le ayudó a superar los estereotipos sobre otras religiones y a tener una visión más informada de la evolución de los acontecimientos en Medio Oriente. “Nos ayuda a entender por qué está pasando y cuáles son sus motivos“, dijo Sibaja.
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En una charla introductoria, [la profesora Sherry] McIntyre hizo hincapié en la importancia de respetar todas las opiniones, incluso aquellas que rechazan la religión. “No estamos hablando de estar de acuerdo. Estamos hablando de honrar el derecho“, dijo. Hablando en clase, dijo: “Este salón no es para hacer personas iguales y producirlas en masa, tampoco el Estado, ni el mundo”.
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Invitaron a líderes religiosos de la comunidad a que participaran. “Eso fue fundamental”, dijo. El First Amendment Center y la Liga Antidifamación dieron asistencia en la enseñanza sin controversia de temas delicados.
Los profesores visitaron el centro islámico de Modesto, la sinagoga de la congregación Beth Shalom, la iglesia ortodoxa griega y otros centros religiosos. Pero la formación de los docentes fue hecha por profesores de la Universidad Estatal de California, Stanislaus — que eliminó de esa tarea a los practicantes de fe, dijo.
Suena bastante obvio — ofrecer información veraz y objetiva, y que evitar darle el trabajo a alguien con un conflicto de intereses.
¿Qué tan difícil puede ser?
(Imagen: cybrarian77 via photopin cc)