Hace año y medio crearon el Día de Jesús al volante; yo pensé que nadie haría algo así en serio.
Pues alguien en EEUU hizo eso literalmente y, como resultado, la conductora Prionda Hill casi mata a un motociclista:
Posteriormente, la policía encontró a la conductora del coche, Prionda Hill, en el Rally varias cuadras abajo de la carretera donde atropelló a Oliveri. Ella le dijo a la policía “que conducía y de la nada Dios le dijo que lo tomaría a partir de aquí y ella soltó el volante y dejó que él lo tomara“. Ella ahora enfrenta varios cargos.
El motociclista, Anthony Oliveri, no sufrió heridas serias, más allá de un par de costillas rotas — pudo ser mucho peor. Ojalá se recupere pronto.
La prometida de Oliveri dice que fue salvado por su ángel de la guarda… después de todas esas costillas rotas, va siendo hora de que ese ángel considere un serio cambio de profesión.