Cecilia Orozco Tascón entrevistó en El Espectador a Carme Valls Llobet que aprovechó para difundir mentiras sobre la vacuna contra el VPH.
Trabajo en una organización científica sin ánimo de lucro que se llama Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS), en Barcelona.
De hecho, el tal CAPS fue fundado por Valls y aunque se llama “Centro”, no lo es:
La RedCAPS es una organización informal, de ámbito estatal, formada por diversas profesionales relacionadas o interesadas en la salud de las mujeres desde sus distintas disciplinas (médicas, enfermeras, psicólogas, trabajadoras sociales, sociólogas, periodistas…), impulsada y coordinada por la asociación CAPS.
O sea, es un grupo de ciudadanas, como lo puede ser un club de crochet — carece de autoridad científica alguna… aunque eso no les impide andar pontificando sobre medicina, sacándose opiniones de la manga.
Cuando salió la vacuna, lo primero que nos preguntamos en el Centro fue si había evidencia científica de que curaba el cáncer de cérvix para justificar una inversión de $400 euros por dosis, por cada niña de cada población.
¡Pues claro que la vacuna no cura el cáncer de cervix! Las vacunas previenen las enfermedades, no las curan una vez adquiridas.
La evidencia científica de su eficacia abunda: funciona, no tiene efectos secundarios graves e, incluso, podría prevenir el cáncer de garganta.
Sigue Valls:
[El problema consiste] En que hicieron la vacuna con aluminio para crear anticuerpos pero este elemento produce efectos secundarios ¿Cuáles efectos? Según a quien se la apliquen y dependiendo de su sistema inmunológico, se pueden generar enfermedades autoinmunes.
Eso es una mentira como un castillo. El aluminio es usado en muchas vacunas, lo que da lugar a un aumento temporal de la cantidad de aluminio en el cuerpo de los niños, pero este no es un efecto duradero, ya que el cuerpo se deshace de la mayor parte del aluminio en pocos días.
No hay ninguna evidencia de que esto cause algún riesgo para los bebés y los niños. El aluminio también se encuentra en forma natural en la leche materna, la leche de fórmula, algunos alimentos y agua potable, y pequeñas cantidades se acumulan en el cuerpo del niño como resultado. Dos estudios realizados en el 2002 y el 2011 compararon el impacto del aluminio de la dieta y las vacunas en los bebés. Ambos encontraron que la cantidad total de aluminio que se absorbe de ambas fuentes es significativamente menor que la cantidad máxima segura recomendada.
Eso no impidió que Valls Llobet siguiera con sus mentiras:
Como sabemos que no todo el mundo tiene las mismas condiciones, ha habido efectos adversos en algunas jóvenes. Por ejemplo, el síndrome de Guillain-Barré que paraliza el cuerpo.
En el 2011, se estudió la ocurrencia de varios eventos adversos haciendo seguimiento a más de 600.000 dosis de Gardasil. Los eventos adversos en la población vacunada contra el VPH se compararon con otra población adecuada (adolescentes con vacunas que no fueran para VPH) y se incluyeron el síndrome de Guillain-Barré, el accidente cerebrovascular, el tromboembolismo venoso (TEV), apendicitis, convulsiones, síncope y reacciones alérgicas (incluida la potencialmente mortal anafilaxia). Ninguno de estos eventos adversos resultó ser más común tras de vacunación contra el VPH que entre los grupos de comparación. Un estudio específico sobre el Guillain-Barré como efecto de la vacuna dio resultado negativo: el síndrome de Guillain-Barré no es más frecuente en quienes han recibido la vacuna.
Y Valls sigue erre con erre:
En España conocemos casos de niñas que han hecho convulsiones y epilepsia y que han entrado en coma después de la aplicación.
¿Y? No hay evidencia de relación causal entre la vacuna y esos síntomas. Hay gente que muere después de tocar piano. Correlación no es causación.
Volvamos a Valls Llobet:
En enero de este año, Japón organizó un congreso sobre el tema con expertos mundiales que están investigando a raíz de que en Canadá hubo tres muertes. La investigación sobre estos casos concluyó que el complejo aluminio-vacuna produjo encefalitis.
Al buscar la relación entre aluminio, encefalitis y vacuna contra el VPH, no encontré ningún estudio que soporte esta afirmación. Lo que es más, es una forma muy fácil de conseguir que Google muestre una gran lista de portales antivacunas que no citan estudios de ningún tipo.
No es de extrañar que el congreso que menciona Valls haya sido hecho en Japón — el gobierno nipón se puso del lado antivacunas cuando se reportaron 1.968 casos de posibles efectos secundarios… de un total de 3’280.000 vacunadas. Aunque también hubo reportes de efectos secundarios para las vacunas de neumococo y encefalitis japonesa, la guerra que libra el gobierno de ese país sólo se enfoca en la vacuna contra el virus del papiloma humano.
La siguiente perla de Valls la sacó del estadio (de hecho dio para el título sensacionalista de la entrevista):
Después ha habido casos de niñas que han quedado con insuficiencia ovárica posterior a la aplicación de la vacuna, es decir que han quedado menopáusicas a los 20 años.
De nuevo, correlación no es causación. La amenorrea o insuficiencia ovárica prematura tiene muchas causas, entre las que cabe mencionar la genética, las infecciones, inflamaciones, causas autoinmunes, e incluso relacionadas con toxinas, pero en muchos casos no se identifica ninguna causa. Antes de ser aprobada, la vacuna contra el virus del papiloma humano fue estudiada exhaustivamente en ensayos clínicos. Estos ensayos no encontraron diferencias en la incidencia de amenorrea entre las receptoras de la vacuna y quienes recibieron placebo.
[La vacuna] Es eficiente para las dos cepas porque es capaz de producir una inmunidad muy alta pero no sucede lo mismo con las 15 restantes. Por tanto, no pueden asegurarnos que no habrá ningún tipo de cáncer de cérvix.
Las cepas 16 y 18 del VPH causan el 70% de los casos de cáncer de cuello uterino. Valls induce a error, sugiriendo que la incidencia de las 17 cepas es estadísticamente similar, cuando no es así. Lo que es más, el Gardasil protege contra cuatro cepas del virus (las 6, 11, 16, y 18) del papiloma humano — no en vano le llaman “vacuna cuadrivalente de VPH”.
Para más inri, se ha encontrado evidencia de que la vacuna ofrece protección cruzada contra las demás cepas.
Ahí termina el injustificado ataque de Carme Valls Llobet contra la vacuna del VPH y creo haber refutado cada una de sus peligrosas -y falsas- afirmaciones.
Valls Llobet vino a Bogotá a dictar la conferencia “Mujeres, Salud y Calidad de Vida: riesgos biológicos, sociales y medioambientales“, invitada por la Secretaría Distrital de la Mujer.
Otra desgracia que le debemos a Gustavo Petro y las políticas de identidad.
**Actualización: A los 10 días, El Espectador publicó una entrevista a Nubia Muñoz, quien también desmintió Carme Valls.