En 1984, el obispo Robert J. Carlson tuvo que hacer frente a la acusación de que, en los setenta, uno de sus sacerdotes, el padre Tom Adamson, abusó sexualmente de un niño por años.
Hace unas semanas, Carlson (ahora Arzobispo) dio una declaración sobre el incidente y es como para no creer (p. 109):
P. Arzobispo, ¿ [en 1970] sabía usted que era delito que un adulto tuviera relaciones sexuales con un niño?
R. No estoy seguro de si yo sabía que era un delito o no. Hoy entiendo que es un crimen.
P. ¿Cuándo empezó a discernir que era un crimen que un adulto tuviera relaciones sexuales con un niño?
R. No me acuerdo.
P. ¿Cuándo empezó a discernir que era un delito que un sacerdote tuviera relaciones sexuales con un chico que tenía bajo su control?
R. Tampoco recuerdo eso.
P. ¿Tiene alguna duda en su mente que usted sabía eso en los setenta?
R. No recuerdo si sabía o no
Cuando alguien te pregunta si crees que es delito que los adultos tengan sexo con niños, la respuesta automática, por reflejo, sin lugar a dudas ni cavilaciones ni interpretaciones es: “¡Sí, por supuesto que es un delito!“
A pesar de que esa era la pregunta, la Arquidiócesis de St. Louis ha pretendido calmar la indignación, alegando mentirosamente que el video fue editado, y que Carlson se refería a que no sabía que fuera delito no reportar la violación a las autoridades.