Ahora, su equipo digital ha creado el muro de la infamia donde ‘denuncian’ el juego sucio contra el Presidente:
Esta estrategia llama poderosamente mi atención por tres motivos:
El primero es que Juan Manuel Santos juega sucio. No hay que olvidar que su campaña reeleccionista cuenta con los servicios de J.J. Rendón, el rey de las campañas sucias basadas en mentiras. Fue de este ‘genio’ del marketing político de quien nació la idea de que en la campaña del 2010 Santos dijera que su única diferencia con Mockus era que él sí creía en dios, no sólo faltando a la verdad -ya que Mockus es católico-, sino pordebajeando a los ateos, la minoría más perseguida y pisoteada en la historia de la humanidad, sin ningún reparo.
Siendo presidente, Santos acudió recurrentemente a esta sucia táctica, desconociendo los derechos de los no-creyentes.
El segundo motivo es que Santos inició su campaña reeleccionista con una mentira: hacer campaña y proselitismo en iglesias al tiempo que prometía respetar la libertad de cultos, cuando cualquier persona con dos dedos de frente se puede dar cuenta de que ahí mismo estaba violando el carácter laico del Estado, única garantía real de respeto de la libertad religiosa. Pues vaya con la oposición a las mentiras durante la campaña.
Hasta ahora, todo parece indicar que el llamado a una campaña limpia no es más sino otra estrategia de la guerra sucia. ¿Será que también incluyen este post en su murito de victimización?
El tercer motivo es de estrategia. Yo no seré el tipo más hábil en política, pero hasta yo sé que no hay que alimentar a los trolls, ni darles más voz. Como un observador casual de las elecciones, considero que republicar los ataques personales -incluso en el marco de la estrategia de victimización- es pegarse un tiro en el pie. ¿Realmente son así de ingenuos?