Hoy estamos de día sin carro en Bogotá.
Pulzo presenta 12 razones por las que es mala idea, entre las que destaco:
2. Es una jornada basada en la represión, la imposición, y no en la pedagogía. “Luego de tantos días sin carro, el tema se desgasta. Cambiaría eso por jornadas pedagógicas de carácter propositivo; no en la prohibición de sacar el carro por un día”, dijo a El Tiempo Eduardo Behrentz, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes y fundador del Grupo de Estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional, de la misma universidad.
3. No existe un sistema de transporte público que sea buena alternativa al carro particular: desde que se institucionalizó el ‘Día sin carro’ el crecimiento de la red de troncales de Transmilenio no ha sido el planeado.
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4. Pone a todos los ciudadanos ese día a merced de las arbitrariedades tarifarias de los taxistas que, dicho sea de paso, pueden por sí solos crear trancones y contaminar ese día.
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6. Crea trastornos laborales. Unos tienen que alargar su jornada; otros, acortarla. Algunos conductores prefieren llegar en sus vehículos antes del inicio de la jornada, a las 6 de la mañana. A quienes usan el maravilloso transporte público se les permite llegar un poco más tarde e irse anticipadamente.
7. Hace perder ingresos a pequeños y grandes comerciantes. Las pérdidas reportadas por Fenalco, las estaciones de gasolina y los parqueaderos y lavaderos de carros, para citar solo 4 sectores, no se compensan otro día.
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9. La reducción de gases contaminantes es insignificante. La Universidad Nacional lo viene diciendo desde el 2012.
10. Los que más contaminan no son los carros particulares, sino los buses viejos, y nuevos que usan Diesel de mala calidad.
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12. Oculta la realidad de que Bogotá está rezagada en construcción de infraestructura, de la misma forma que ha terminado haciéndolo el Pico y Placa.
Todos temas que ya hemos tratado acá, cada vez que reaparece la idea de resolver cualquier problema amputando libertades individuales y más cuando hay una guerra contra la clase media que ganar.
A este paso, el día sin café terminará convirtiéndose en realidad.