Después de que el valiente Max sufriera abusos físicos y psicológicos en su colegio católico, su madre interpuso una denuncia contra el sacerdote del plantel educativo y la profesora cómplice.
Traigo noticias:
Tras la acción jurídica, el colegio citó a la mamá de Max para pedirle que arreglaran las cosas “por las buenas”, algo a lo que ella se negó rotundamente.
En vez de respetar su derecho a acudir a las instancias judiciales, el sacerdote del colegio (el que la llamó “concubina de Satán”) fue al día siguiente a la empresa donde ella trabaja y se hizo atender, para poner al teléfono a monseñor Pedro Rubiano quien le ofreció 70 millones de pesos si ella retiraba los cargos.
“Mire que esto no es conveniente para ninguno de los dos“, me cuenta que le dijo el jerarca católico, haciendo alusión al hermano de ella que es político (¡y es que son taaaaaaan respetuosos con el laicismo establecido en la Constitución!).
Ella rehusó la oferta que le hizo el tipo, y ahora los verá respondiendo ante el juzgado penal de Bogotá en los últimos días de enero del 2014.
Apenas sepa más cosas sobre el caso, les estaré contando.
