En Reino Unido:
Cada vez más, los prisioneros británicos están siendo obligados a convertirse al islam por parte de sus compañeros de prisión, ha advertido el sindicato de funcionarios de prisiones.
Las pandillas musulmanas están creciendo en poder e influencia entre los presos, y se teme que le apunten a los recién llegados vulnerables – haciendo de las cárceles un caldo de cultivo para el extremismo.
Como si los convictos no fueran ya suficientemente peligrosos. Eurabia, ¡aquí vamos!