Bill Maher, en sus New Rules:
[El magistrado de la Corte Suprema] Antonin Scalia dijo una vez que la gente como él, que se adhieren a las creencias tradicionales eran, cito, “considerados como ingenuos. Somos”, dijo, “locos por Cristo“.
Ya saben, si son “locos por Cristo” o “Lunáticos por el Tigre Tony”, realmente no me importa por qué alguien actúa como un tonto; sólo que lo hacen, y que cuando lo hacen, los mantenemos alejados de la toma de decisiones.
Una cosa sería si el Sr. Scalia vendiera pizzas para ganarse la vida, pero este es un hombre al que vamos para que interprete nuestras leyes. Es como oler una fuga de gas y llamar a un exorcista.
Antonin Scalia puso a George Bush en la Casa Blanca, y cree que el diablo descendió a Georgia.
Él puede decidir cuándo comienza la vida, y piensa “el mal” es una persona… ya saben, como una corporación.
Aquí está el problema con creer que el diablo existe: Esto significa ver el mundo dividido en equipos del bien y del mal, y sospechar que “el astuto” puede estar del lado de “ellos”. Y cuando empiezas a ver que trabajar con tus oponentes es un compromiso con el mal, bueno, ahí está tu Tea Party.
