El cuello de un bebé ha sido roto por un quiropráctico en un incidente que los médicos dicen demuestra que la profesión debe dejar de tratar a los niños.
La lesión se reportó a la Junta Quiropráctica de Australia, que cerró el caso sin informar al público y permitió que el quiropráctico siga practicando, siempre y cuando se comprometa a tomar educación con un experto “en el campo de la quiropráctica pediátrica”.
¿Dónde están las hordas enfurecidas que siempre piensan primero en los niños? Ahh, cierto, aquí no hay ninguna libertad individual que amputar, así que ni se inmutan.
(vía Justin Vacula)