Entrevista de Jane Wheatley a Richard Dawkins para el Sidney Morning Herald.
Al polarizante académico Richard Dawkins le queda tiempo para fantasía.
En su nuevo libro, el archirracionalista Richard Dawkins se recuerda a sí mismo como un hombre joven, convertido por la poesía en “caminos de romántica fantasía”, enamorado de la idea de estar enamorado. Cita extensamente algunos de los versos que lo movieron: “Ellos fueron una parte importante de hacerme lo que soy”, escribe, “y todos eran (en algunos casos siguen siendo) palabras perfectas en mi memoria”.
Él está sentado frente a mí, el primer volumen de su autobiografía yace cerrado entre nosotros en la mesa. ¿Podría recitar esos versos ahora?
“Probablemente podría”, dice. ¿Y el de Yeats uno con la frase “párpados pálidos como nubes”? Él asiente con la cabeza -“Ohh sí, precioso”- y toma un respiro: “Y soñé que mi amor perdido salía sigilosamente de la madera / Con sus párpados pálidos como nubes que caen sobre ojos nublados de ensueño…”
Me siento muy privilegiada de estar aquí escuchando al autor de El gen egoísta y El espejismo de Dios recitando poesía para mí. Especialmente ya que las entrevistas con el científico más controversial del mundo llevan una advertencia sanitaria. Me han dicho que es distante y espinoso sobre cuestiones que amenazan con perderse en lo privado. Como estamos aquí para hablar de su historia de vida – a diferencia de los argumentos evolutivos y culturales por los que es famoso – tal sensibilidad estaba destinada a ser complicada.
Dawkins nació en África, donde su padre, John, trabajaba en el Servicio Colonial. “Por generaciones”, escribe el hijo, “bronceadas piernas Dawkins han dado zancadas en shorts de color caqui a través de las selvas del imperio”. A los siete, Richard fue enviado a The Eagle – un internado en las montañas Vumba de lo que entonces era Rhodesia del Sur. En las mañanas él imaginaría que la matrona en sus rondas “de alguna manera se transformaría mágicamente en mi madre”. “Oré incesantemente por esto”. Jean Dawkins me dice más tarde que ella no quería enviar a su hijo a la escuela: “Pero es lo que se hacía en aquellos días. Él era más bien un niño bueno y valiente, nunca hizo un alboroto por tener que ir”.
Un año después, la familia regresó a Inglaterra, donde John había heredado la finca Over Norton Park de la familia en Oxfordshire, de un primo lejano. Renunció a su cargo en Nyasalandia y se dedicó a restaurar la finca y hacerla una granja funcional. Murió hace tres años, pero cuatro generaciones de la familia – la madre de Dawkins, su hermana y su esposo, sus tres hijos adultos y 10 nietos – todavía viven allí: “Es una especie de mini-Dinastía o Dallas“, bromea él.
Trasladado desde la llanura africana a este paisaje pastoral, el joven Richard se dedicó a hablar con los animales, a la manera de su entonces-héroe, el Dr. Doolittle: “Deseaba y rezaba y quería que todos los animales de los alrededores convergieran en Over Norton Park, y en mí en particular, para poder hacer buenas obras para ellos. Yo hacía esta clase de oración ilusoria tan a menudo, que debo haber sido influido profundamente por los predicadores diciéndome que si quería algo con suficiente fuerza podía hacer que esto sucediera”.
A los ocho, fue enviado lejos de nuevo – a la escuela preparatoria y después, a los 13 años, a la escuela pública, donde sufrió con un tartamudeo intermitente. Cuando conseguía la máxima calificación en los tests de clase, informaba un nueve para no tener que hacer frente a la “t” inicial de 10 [“Ten“]. ¿Fue la vida más perturbadora de lo que él deja saber?
Frunce el ceño:. “Hmmm, bueno, sí… elegí no hacer de este un libro de memorias de miseria o hablar demasiado de mis sentimientos. Menciono el matoneo un poco; yo no fui matoneado, pero me avergüenzo de no haber plantado cara a los matones en nombre de los demás. No me golpearon mucho, pero cuando lo hicieron, siempre dolió”. Él no culpa al director que infligió las palizas y tenía dos bastones – uno más doloroso para crímenes mayores. “Todos ellos lo hicieron y está mal juzgar el pasado según los estándares de hoy en día. Por ejemplo, mi infancia fue totalmente racista de una manera benigna, más o menos paternalista. Los africanos eran todos ‘niños’ – agradables y divertidos, pero que no podías confiar en ellos realmente para hacer ningún tipo de trabajo competente”.
En la escuela, la fe del joven de Dawkins en la existencia de un Creador divino se vio impulsada por el descubrimiento de que su nuevo héroe, Elvis Presley, también era un creyente. Varias generaciones de antepasados Dawkins habían sido sacerdotes y él admite que si hubiera nacido en sus siglos, podría haber sido uno, también. “Porque yo siempre he estado interesado en las profundas cuestiones de la existencia, las preguntas que la religión aspira, y falla, en responder”. Pero lo que él llama su período de “frenesí religioso” no duró mucho: a los 16 él era un darwinista confirmado, negándose a arrodillarse durante el servicio de capilla de la escuela como una señal de rebelión.
Él está, sin embargo, a favor de enseñarle a los niños acerca de la religión: “No se puede entender la historia de Europa en absoluto si no es a través de la religión o la literatura inglesa tampoco si no se puedes reconocer alusiones bíblicas. Ningún niño es educado si no la conoce. Pero pienso que es malvado decirle a un niño ‘Perteneces a la religión X y esto es lo que crees'”.
Dawkins tiene una hija, Juliet, de 28 años de su segundo matrimonio, con Eva Barham. Cuando Juliet tenía 10 años, él publicó una carta dirigida a ella en su libro El capellán del diablo haciendo hincapié en la importancia de la verdad basada en la evidencia y la falta de fiabilidad de la tradición o la revelación. La carta terminaba: “La próxima vez que alguien te diga que una cosa es verdad, prueba a preguntarle “¿Qué pruebas existen de ello?” Y si no pueden darte una respuesta, espero que te lo pienses muy bien antes de creer una sola palabra de lo que te digan”.
Recientemente Dawkins ha sido atacado por afirmar que enseñarle a un niño sobre el fuego del infierno es peor que el abuso sexual infantil. En Twitter la gente ha dicho cosas como: “Ohh Richard, soy un gran fan tuyo, pero realmente has ido demasiado lejos…”. Él frunce el ceño: “Simplemente no entiendo eso. Creo que la razón es que cuando la gente piensa en los abusos sexuales ellos piensan en una experiencia horrible como ser violados o sodomizados violentamente. Pero yo estaba hablando de cosas como lo que me pasó – un maestro en la escuela metió la mano debajo de mis pantalones y tme toqueteó un poco y eso fue todo. Fue desagradable, pero no es lo mismo”.
Pero ¿qué hay de un padre entrando persistentemente en el dormitorio de su hija por años? ” Ohh sí, horrible. Pero hay un espectro de horror y el horror de decirle a un niño sobre el infierno está en algún lugar en el medio: te quemas para siempre, tu piel se descama y te crece otra para que pueda quemarse de nuevo. Si fueras un niño que realmente creeyera eso, ¿no te traumatizaría más que si alguien mete su mano falda arriba?”
Han pasado siete años desde El espejismo de Dios, pero Dawkins no puede dejar de escribir, dar conferencias, bloggear y tuitear sobre las maldades de la fe. Él sale con el sonido de la campana cada vez; él mismo hace sonar la campana.
“Lo hago, lo hago. Pero me cansa ser tratado como si fuera una persona negativa, desagradable, sin sentido del humor. Siento que si la gente no puede discutir contigo, lo mejor que pueden hacer es criticarte como persona”. Pero sus propios ataques son a menudo ad hominem también – él es despectivo con las personas que están en desacuerdo con él. “Yo soy despectivo con sus creencias ridículas, pero no con ellos como individuos”.
En su autobiografía, él escribe entretenidamente de la familia, la escuela, los amigos y los días universitarios en Oxford; pero una vez que inicia el posgrado, nos sumergimos en una descripción detallada de la investigación, las primeras incursiones en la programación de computadoras, completos con diagramas y alguna lingüística de lujo. Me gustó el libro, le digo, hasta que él desapareció en el laboratorio. Es, en cierto sentido, un libro de dos mitades.
“Bueno, sí”, dice, “quizás dos tercios y un tercio, pero estoy un poco inquieto por si otros tienen la misma reacción que tú; aunque la última parte no es ciencia sólida”. Cierto, él escribe con alegría, aunque sea brevemente, de la amistad con sus contemporáneos en el Grupo de Investigación en Comportamiento Animal, donde conoció y se casó con su primera esposa, Marian Stamp (los colegas lo recuerdan como el más brillante del grupo e “intimidante” en el debate). Y de su período de dos años como precoz profesor asistente en Berkeley en los “políticamente hirvientes” finales de los 60, cuando trabajó en la campaña antibelicista de Eugene McCarthy.
En un momento en el libro se menciona la pérdida de su virginidad con una “violonchelista dulce” y reflexiona sobre la “gloria” del sexo, “cada vez reinventado de nuevo y el corazón salta”. Pero luego él jura que no va a escribir más sobre el tema – “no es ese tipo de autobiografía”. Ohh, cielos, ¿en serio?
Parece ansioso: “Estás decepcionada por eso, ¿verdad?” Bueno, no porque esperara un frenesí de sus aventuras románticas, sino porque mientras él escribe sobre amigos varones, familia, maestros y mentores, hay un silencio casi total de novias y esposas – y él ha tenido tres de estas y, según dicen unas cuantas amantes, también. ¿Será el segundo volumen más de “ese tipo de autobiografía”?
“Bueno, ahora”, dice, “tengo que pensar en esto. Es una pregunta que tengo que resolver. Pensé que después de haber sido bastante íntimo en la parte de la infancia del primer volumen, yo quería que por lo menos el segundo volumen no tuviera sexo. Sin embargo, anoto tu punto de que no he escrito sobre mujeres. En esos casos en que una amante ha tenido una gran influencia en mi trabajo, yo no quisiera negarla”.
Así que, ¿mujeres sólo en el contexto de trabajo? Los lectores podrían ser decepcionados.
“Bueno, umm, sí. Está bien, me puedes ayudar con esto”. Bueno, si yo fuera su editor lo animaría a ser más explícito sobre las relaciones, las emociones, el hogar – la vida privada. Se encoge de hombros: “Bueno, sí… sin duda pensaré en ello”.
Alguna vez, Dawkins escribió un apasionado artículo sobre los celos sexuales, con el argumento de que debemos elevarnos por encima de estos. “¿Por qué estamos tan obsesionados con la fidelidad monógama?” , preguntó. “¿Por qué negarle a tu ser querido el placer de las relaciones sexuales con otras personas?” En su nuevo libro él escribe sobre el matrimonio de 70 años de sus padres, en el que parece valorar tal constancia. ¿Qué piensas sobre la posibilidad de amor, monógamo, casado, perdurable en la era moderna? “Soy escéptico al respecto”, dice. “Las personas son diferentes: algunos felices juntos durante años, otros no, pero yo no quiero ser personal acerca de esto”.
Bien. Vamos a hablar de The Ashes[*]. Él se ve sorprendido. Días antes había tuiteado que cuando los australianos parecían ganar la tercera Prueba era mal visto que los británicos desearan que lloviera. “Sí, me sorprendió que no todo el mundo estuviera de acuerdo conmigo. La gente decía que yo no entendía el deporte internacional. Bueno, maldita sea, sí lo entiendo y no me gusta”.
La música siempre ha sido importante y a él se le dio recientemente un EWI, un instrumento de viento eléctrico que se parece mucho a un clarinete, el instrumento que él tocaba cuando era niño. “La posición es la misma, y este cable va al computador, que hace que el sonido, pero es un instrumento adecuado”.
¿Va a mostrarme? Él se ve sorprendido: “¿En serio? ¿Está segura?” Entramos en su despacho, una sala envidiable espaciosa y ordenada, donde conecta a su portátil y comienza a tocar Trumpet Voluntary. Luego presiona un botón, toca el instrumento y suena Danny Boy, esta vez en violín.
Al parecer, este pequeño milagro puede imitar la mayoría de la orquesta y toca varios fragmentos más de obras clásicas de memoria.
¿Qué es lo que lo hace más feliz? Dice que es una pregunta extraña. “¿Qué tipo de respuestas da la gente?” Yo le digo: una persona nominó la minería a pequeña escala por su cuenta en una excavación arqueológica con sol ardiente. Otra dijo que era lo más feliz cuando familiares y amigos se reunían alrededor de la mesa para comer juntos. “Bueno, ellos están mintiendo”, dice. ¿Cuál sería tu respuesta? “No soñaría con decirte”.
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* Nota del traductor: The Ashes (“Las cenizas” en inglés), es el nombre del trofeo en una serie en curso de las Pruebas de Cricket entre Australia e Inglaterra. La historia dice que Australia ganó la primera prueba e Inglaterra quemó los tocones por vergüenza. Las cenizas fueron puestas en una pequeña urna que ahora es el trofeo.