La Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) es un centro educativo público que debería regirse por el más estricto laicismo – lamentablemente, su proyecto pedagógico [PDF] revela que es un centro de adoctrinamiento cristiano:
Sin embargo, tomando al género humano como objeto de estudio y al propio yo, encontramos que tiene dos elementos esenciales, uno corpóreo, material y otro espiritual, el alma o, quizá, energía vital.
Dualidad asociada a una integridad que hace funcionar al individuo, que le permite relacionarse con el entorno que lo rodea a través de su cuerpo y de sus sentidos, y otro que le ayuda a comprenderlo, a darle sentido y de reconocer a un Ente Superior al que ha llamado Dios con quien establece alguna relación.
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Esa misma racionalidad nuestra, nos hace reconocer la existencia de lo inmaterial, lo espiritual, de la existencia necesaria de un Ser Supremo a quien la mayoría identificamos como Dios.
Desde allí existe una necesidad de trascender, es decir, el individuo humano sale de sí mismo hacia algo o alguien que no es él. Preferencialmente es la relación del ser humano con Dios.
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La espiritualidad es un proyecto coherente de relaciones con Dios, con los demás, con la sociedad, con la naturaleza. Compromete a toda la persona para que su vida tenga un sentido.
Ahh, en la UNAD promueven la infundada y discriminatoria idea de que los ateos carecemos de sentido en nuestras vidas…
Sigue el documento:
La Biblia nos enseña que el hombre ha sido creado a imagen de Dios, con capacidad para conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido señor de la entera creación visible para gobernarla y usarla glorificando a Dios.
Creado por Dios en la justicia, el hombre, por instigación del demonio, abusó de su libertad, levantándose contra Él pretendiendo alcanzar su propio fin al margen de Dios. Lo conocieron, pero no le glorificaron, obscurecieron su corazón y prefirieron servir a la criatura, no al Creador.
¿”Creador”? ¿La Biblia, ese libro que también “nos enseña” que la esclavitud está bien?
Es curioso, porque justo después viene una clasificación de los valores unadistas:
Valores religiosos. Nos permiten alcanzar la dimensión de lo sagrado al establecer una relación plena con Dios.
Vaya oxímoron. Y lo peor es que esto viola el estado laico y está siendo patrocinado con nuestros impuestos.
(vía Ferney Rodríguez)