En Philosophy for a Better World, Floris Van Den Berg resume mi postura ética:
Una moral que no es individualista puede reprimir fácilmente a los individuos. El individualismo es una condición necesaria para la verdadera moralidad: debe proceder de la persona. La moralidad tiene que ver con cómo la gente puede convivir de la mejor manera posible. En la tradición liberal, en el que el punto de partida es la libertad individual, la moral significa buscar normas que garanticen que todos los individuos que viven juntos, o tienen que convivir con los demás, posean el mayor grado posible de libertad.
Las conversaciones que tengo sobre moral y ética suelen ser frustradas, porque muchos consideran que el tema se trata de “lo que está bien”, mientras que para mí, lo moral y ético es el respeto de las libertades propias y ajenas.