En un nuevo ejercicio de paternalismo enemigo de la libertad, Gustavo Petro redujo aún más los horarios de venta de licor:
A partir del pasado 24 de julio y hasta el 24 de agosto de 2013, el Distrito ordenó a través de un decreto, que el funcionamiento de tiendas donde expendan o consuman bebidas embriagantes, en las localidades de Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Bosa, Rafael Uribe Uribe, Suba, Usme y Tunjuelito, sea desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche.
Porque es más fácil amputar libertades y decirle a los ciudadanos cómo vivir sus vidas, que hacer pedagogía y exigir que la Policía haga su trabajo.