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En defensa de Sr. Rayón

La universidad pública en Colombia tiene un serio problema de infiltración de terroristas, actos terroristas en sus campus y reclutamiento de menores (y mayores) para los mismos grupos terroristas.

Entre otras, estos grupos se han caracterizado por ensuciar con graffitis las paredes de los centros educativos, cuya limpieza viene a costo del erario. En respuesta, este año apareció Sr. Rayón (Rayadoman), que pinta sobre los graffitis terroristas, dejándolos en ridículo y dejando mensajes chistosos y hasta de reflexión.

Esto fue suficiente para que un tal Julián Cortés se indignara de una forma no-normal y le escribiera una carta al Sr. Rayón, que procedo a comentar:

He seguido y escuchado con atención tus intervenciones en radio y tu página de Facebook, y me sorprende entre otras cosas, que de manera tan rápida haya tenido eco tu expresión artística en los medios de comunicación colombianos cuando la expresión también artística de “rayones”, pintas, murales, grafitis, y expresiones de la izquierda han sido invisibilizados por décadas por los mismos medios.

¿Envidia mucha? Por cierto, lo que pasa es que la materia prima de los medios de comunicación se llama “noticia” y las noticias deben ser sobre algo novedoso (uno pensaría que está en el nombre). Graffitis que alaban a criminales que llevan matando, torturando y extorsionando a la población civil desde hace 60 años difícilmente pueden ser considerados una novedad.

Bueno…, pero esta invisibilización no es tan grave a la larga, si la comparamos con la invisibilización que los medios masivos, noticieros y demás, hacen de las expresiones y resistencias de los otros sectores sociales, hablo de las movilizaciones campesinas que generalmente terminan democráticamente disueltas por violentos hombres que no pintan las paredes sino que pintan los cuerpos de los manifestantes de sangre con sus bolillos, sus gases y sus balas de goma y también de plomo.

El señor Cortés no se refiere a los grupos terroristas como las Farc, no (eso viene después), sino al ejército, el ESMAD y la policía. Yo también tuve mi buena porción de marchas cuando era estudiante, y vi cómo los encapuchados provocaban a la Fuerza Pública para después hacerse pasar por “perseguidos del sistema”, alimentando sus delirios de grandeza y persecución.

Ahora bien toda esta remembranza de años pasados es para comentarte señor Rayón, que tu idea no es nueva, es el eterno retorno de posiciones políticas que intentan con un discurso democrático, (es posible que involuntario), poner como centro de discusión, el tema de la libertad de expresión y la imposición de ideologías, poniendo como victimarios a un sector de la sociedad que en realidad ha sido victima de la represión, de la violación al derecho de expresión y del aislamiento mediático.

Ayy, pobrecitos los cabecillas de las Farc, ‘citicos ellos, víctimas de la represión, que no les ha quedado sino sembrar minas antipersona y lucrarse del sufrimiento ajeno.

Entiendo y estoy de acuerdo que la izquierda debe reinventarse la simbología de sus discursos, pero de ahí a plantear que lo que se manifiesta con una brocha y una capucha es un discurso trasnochado, hay mucho trecho.

No haber superado a Marx es un discurso trasnochado. No haber superado la “lucha” armada es un discurso trasnochado. No haber superado la retórica de que la guerrilla es buena buenita, con buenos ideales (cuando las fortunas personales de sus cabecillas no tienen nada que envidiarle a las de la lista de Forbes – explotación, may be?) es un discurso trasnochado.

Basta ver como ese discurso trasnochado se mantiene, ninguno de estos grafitis se repetirían si no tuvieran vigencia en el pensamiento de generaciones de estudiantes que pasan por la universidad. No creo que las pintas de la universidad pública las venga haciendo el mismo tipo durante 60 años.

¡Los grupos terroristas reclutan estudiantes para la guerra! D’uh!

Eso evidencia que las ideas de izquierda y revolucionarias tienen muchos simpatizantes, no solo en Colombia, sino en América Latina y el mundo entero, basta ver que plantean los manifestantes desempleados en España o en Grecia, y ahora las manifestaciones en Turquía.

Primero, la izquierda no es monolítica. Ciertamente hay una izquierda bastante estúpida, con la cual no quiero tener que ver absolutamente nada, sino para rechazarla de plano.

Segundo, las ideas y los tiempos evolucionan. Las ideas de la izquierda de hace 60 años han evolucionado hasta el día de hoy.

Una minoría también terca lleva 60 años en el monte (con todos los errores que pueden atribuirle), y hoy plantea grandes posibles y muy necesarias transformaciones en el país sentados en la Habana.

No puedo evitar suscribir las palabras de Carlos Eduardo, un compañero del grupo de ateos de Bogotá: llamarlos “errores“, en vez de denominarlos por su nombre, crímenes, algunos catalogados contra la humanidad, es un eufemismo que raya en la indiferencia y el cinismo. ¿Qué era lo que decía el señor Cortés de los tipos violentos que ‘pintaban‘ los cuerpos de personas inocentes de sangre? ¡La hipocresía de este tipo es monumental!

Si te disgusta tanto que la izquierda conmemore al Che, y a Camilo y a Bateman y a Manuel, porque no te disgustan los iconos banales, desprovistos de todo intelecto y aporte a la humanidad de la actual juventud, figuras deportivas y cantantes mediáticos convertidos en dioses.

Falacia ex silentio que apesta a rancio maniqueísmo. Que al Sr. Rayón le disguste la izquierda ciega, represiva, autoritaria y terrorista no significa que no le disgusten los otros. ¿Dónde aprendió retórica el señor Cortés?

Ahora como he visto en los hechos, las causas de los soñadores, de los fabricantes de utopías como los llamo yo, “mamertos, (como los llaman sus seguidores), siempre terminan teniendo vigencia, hoy como ayer tu causa, la del señor Rayon, no trascenderá en el tiempo, tu activismo durara hasta cuando tengas el cartón en la mano y el primer sueldo después de graduarte. Mientras aquellos, los mamertos, siguen a veces hasta la muerte, por años y años a favor de los excluidos.

Por supuesto – el Sr. Rayón no comete el delito de reclutar menores de edad.

JULIAN CORTES
EXPRISIONERO POLITICO

El tipo firma como exprisionero político porque, según dice, “a algún fiscal o a algún general le pareció chistoso hacerme un proceso judicial y terminé 3 años en la cárcel por el delito de rebelión“, pero le traen sin cuidado todas las personas que fueron privadas ilegalmente de su libertad, por más de una década, por parte de sus amigos terroristas de las Farc. “Errores“, que llama Cortés a los muchos delitos de secuestro perpetrados por los criminales.

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