El negocio ‘orgánico’ sufre con las etiquetas antitransgénicos. Ohh, la ironía:
A medida que el logotipo del Proyecto Non-GMO aparece en más y más estantes de las tiendas, algunos miembros de la comunidad del alimento orgánico expresaron la preocupación de que non-GMO le hará daño las ventas de alimentos orgánicos.
“La etiqueta non-GMO amenaza la etiqueta de orgánico del USDA“, dice Greg Lickteig, director de The Scoular Company, que vende cereales orgánicos y no transgénicos. “Dados dos productos en el estante de la tienda de comestibles, siendo uno non-GMO y otro orgánico, el producto no-transgénico será sin duda más barato“.
Rakesh Raniga, presidente de Indianlife Foods, que vende productos verificados tanto orgánicos como del Proyecto Non-GMO, está de acuerdo. “Los productos verificados no-transgénicos serán menos costosos, por lo tanto, algunos consumidores pueden optar por ellos en vez de los orgánicos“.
Lynn Clarkson, presidente de Clarkson Grain, un proveedor de granos orgánicos y no-transgénicos, también considera que non-GMO compite con los productos orgánicos. “Sí, creo que una etiqueta no-transgénica competirá con el sello orgánico de la USDA por el dinero para alimentos de los compradores”, dice.
¿Qué? ¿La limpia, impoluta, buena buenita industria ‘orgánica’, libre de intereses comerciales, tiene en cuenta las ventas cuando se trata de tomar una postura frente al etiquetado? ¿Quién se habría imaginado?
Y pensar que hay personas que desprecian los transgénicos y la tecnología porque hacen de la comida un negocio.