Eden Foods, la “compañía de comida orgánica y natural más antigua de Norteamérica” se enfrenta a un incierto panorama.
Su gerente y fundador, Michael Potter, había conseguido una clientela de izquierda al afirmar que la misión de su compañía era “contribuir a la evolución pacífica de la tierra”. Pues esa clientela ha prometido no volver e iniciaron un boicot de no consumo, al enterarse de que Potter demandó a la administración Obama para evitar pagar la salud anticonceptiva de sus empleadas.
Ahora, Potter cree que su empresa podría sufrir pérdidas irreparables y culpa a la prensa de que sus clientes se enteren de su intolerancia, y ahora también ha demandado a los medios.
Da un respiro ver que los charlatanes ‘orgánicos’ también pueden incurrir en la locura mainstream.