El caso de Jessica Cediel (y el ridículo drama nacional que le siguió) le había servido de inspiración al senador Juan Lozano para presentar un proyecto de ley con el que se pretendía regular la cirugía estética, y purgarla de charlatanería.
Pues el proyecto se ha caído en el Congreso:
A propósito de la muerte de la actriz caleña Sandra Brand, quien falleció tras un procedimiento mal hecho para levantamiento de glúteos, Lozano no ocultó su malestar por la falta de objetividad del legislativo para discutir un tema de interés y vital importancia para los colombianos.
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Según él, este nuevo episodio “dolorosamente” le da la razón de que es necesaria una verdadera regulación de las cirugías.
“A mí me parece inexplicable que este proyecto no sea aprobado y ahora no entiendo que esta iniciativa no haga su tránsito”, recalcó.
Por supuesto, Lozano aprovecha cada caso para hacer demagogia y populismo por estos casos. No de otra forma se explica que quiera limitar las prácticas pseudocientíficas y anticientíficas en el campo de la cirugía estética, pero le traiga sin cuidado lo que hagan los charlatanes de otras ramas de la ignorancia humana, como homeópatas, quiroprácticos y acupunturistas.
Por si creían que la prostitución de Roy Barreras de la presidencia del Senado no era suficientemente escandalosa y alarmante evidencia de lo poco o nada que los intereses y derechos de los colombianos les importan a los congresistas, siempre y cuando puedan figurar y seguirse ganando sus millonarios sueldos.