Nuestros hallazgos de 3 años muestran que, aun cuando los médicos recomiendan cada vez más la VPH, un número creciente de padres, > 40% en 2010, no tienen la intención de vacunar a sus hijas adolescentes con esta vacuna. Los padres que tengan la intención de rechazarla están cada vez más preocupados por la seguridad de la vacuna y parecen menos dispuestos a aceptar las recomendaciones clínicas.
Porque ¿qué saben los virólogos, los inmunólogos y los médicos?
Pues al parecer nada, ya que estos papás prefieren hacerle caso al primer centurio que se les aparece en Internet. ¡Qué peligro que esta gente se reproduzca!
(vía ERV)