Entre los muchos charlatanes y vendedores de anticiencia y pseudomedicina, es probable que alguna vez se crucen con Tullio Simoncini, un médico italiano que perdió la licencia por sus fraudes y charlatanerías. Este tipo es peligroso, pues afirma que el cáncer, todo el cáncer es un hongo (!) y que por tanto se cura con bicarbonato de sodio (!!).
Y va a ser que no. Si uno le echa un repaso a la literatura científica de la relación cáncer-bicarbonato de sodio, encuentra conclusiones completamente contrarias.
El primer estudio es sobre el efecto del pH de la orina en la progresión de los tumores de vejiga urinaria. Como se puede ver, añadir bicarbonato de sodio a la alimentación de los ratones hace que la orina sea alcalina – con pH alto, lo que al parecer estimula el crecimiento del cáncer.
Además, el bicarbonato de sodio no pudo evitar el crecimiento del cáncer inducido en ratones, sino parece que les da más cáncer, resultado que ha sido corroborado por un buen número de estudios.
Por si fuera poco, todo apunta a que el bicarbonato de sodio estimula el crecimiento de tumores ya presentes. Esto podría significar que si ya tienes cáncer, el bicarbonato de sodio lo hará crecer aún más rápido. Tan es así, que los investigadores han tratado de suprimir las fuertes propiedades de aceleración de tumores del bicarbonato alcalino (NaHCO3) con grandes cantidades de vitamina C.
Todos estos efectos pueden ser explicados en vista de que el bicarbonato de sodio potencia la toxicidad de ciertos agentes cancerígenos en lugar de reducirla, todo gracias a su pH desfavorable.
Entocnes Simoncini y sus acólitos, presentarán un estudio como la prueba reina de la eficacia del bicarbonato de sodio contra el cáncer: El bicarbonato aumenta el pH del tumor e inhibe metástasis espontáneas.
Los autores de este estudio reportan que el bicarbonato de sodio no tienen un efecto sobre la tasa de crecimiento del cáncer. En otras palabras: no destruye el cáncer. Además, el número de metástasis en el grupo de bicarbonato de sodio no era de ninguna manera cero y los ratones no se curaron. De ahí a que el bicarbonato de sodio cure el cáncer hay un abismo del tamaño de un agujero negro.
Es aquí, cuando Simoncini y sus esbirros gritarán todos que las grandes corporaciones farmacéuticas no quieren que se investigue las propiedades mágicas del bicarbonato de sodio y que de existir los estudios, probarían sus afirmaciones. ¡Así de mentirosos!
