Aquí está la explicación del video:
El 9 de marzo Academia de Educación e Investigación Islámica (IERA) organizó un debate en el University College de Londres entre el ateo Dr. Lawrence Krauss y el musulmán Hamza Andreas Tzortzis sobre la pregunta “Islam o ateísmo: ¿Qué tiene más sentido?” Pero incluso antes de que el debate empezara, el doctor Krauss se retiró.
A Krauss, los organizadores le dijeron originalmente que la audiencia del debate iba a ser segregada por género. A las parejas se les permitiría sentarse juntos, pero las mujeres solteras iban a estar sentadas en la parte trasera. Krauss le había dicho a los organizadores que no iba a formar parte de un debate con tales restricciones de asientos, y el viernes publicó esta actualización de estado en Facebook:
Última hora: me acaban de informar que el evento en Londres NO será segregada por género.
Al llegar al debate, Krauss descubrió que la regla de la segregación seguía en vigor y salió del debate. Volvió al debate cuando los organizadores cedieron y permitieron a todos los miembros de la audiencia sentarse donde quisieran.
Eso es tener principios, doctor Krauss, felicitaciones. Sin embargo, estoy con Richard Dawkins en sus comentarios sobre lo ocurrido:
Desafortunadamente, en mi opinión, Lawrence accedió a regresar. Esto fue un gesto decente de su parte pero no puedo dejar de desear que se hubiese rehusado y generado así la máxima publicidad para este vergonzoso incidente. Sospecho que él también ahora lamenta haber hecho hasta lo imposible por ser cortés, y haber regresado. También lamento que no se hayan cambiado de lugar más personas junto con los tres jóvenes y es una pena que ninguna mujer, emulando a Rosa Parks, se haya pasado a la sección de hombres.
Al parecer, el University College de Londres no se tomó muy bien el machismo islámico que se pretendió imponer en su campus:
Esto fue directamente contrario a la política de UCL. Nosotros no permitimos la segregación forzada por ningún motivo en las reuniones celebradas en el campus. Inmediatamente le dejamos claro a los organizadores que el evento sería cancelado si había algún intento de hacer cumplir dicha segregación. También exigimos a los organizadores que le hicieran explícito a los asistentes que la distribución de asientos era optativa, y los invitados eran bienvenidos a sentarse dondequiera que se sintieran cómodos. También organizamos para que hubiera personal de seguridad adicional presente para asegurar que las personas no fueran sentadas en contra de sus deseos.
Ahora parece que, a pesar de nuestras instrucciones claras, se hicieron intentos para hacer cumplir la segregación en la reunión. Aún estamos investigando lo que realmente sucedió en la reunión pero, dadas las intenciones originales de IERA de una audiencia segregada, hemos concluido que sus intereses son contrarios al ethos del UCL y no vamos a permita que ningún evento futuro que los involucre tome lugar en las instalaciones del UCL.
Es lo menos que podrían hacer. Lo que debieron hacer, fue haberles cerrado la puerta en la nariz apenas se enteraron del apartheid sexual que pretendían imponer.