Todavía quedan héroes allá afuera:
El juez de Nueva York Milton Tingling dictaminó que la restricción de la venta de sodas de 16 onzas (470 mililitros) en los restaurantes de comida rápida y otros lugares era una medida “arbitraria” y la bloqueó “de manera permanente”.
La decisión es una derrota para Bloomberg, que había proclamado la medida como un paso importante para luchar contra la obesidad.
Algunas personas prefieren tomar bebidas grandes a diario a vivir vidas muy largas. ¿Por qué su preferencia es menos legítima?