Algún arrogante que considera que su moral es la mejor y debe imponerla al resto de la sociedad demandó para que los niños fueran ‘protegidos‘ de cuadernos con modelos en sus portadas.
Obvio perdió:
La acción judicial contra los editoriales y librerías del país fue interpuesta para evitar que se utilizan en los cuadernos y útiles escolares en general, imágenes de “mujeres semidesnudas, en poses sugestivas y representaciones pictóricas violentas”.
El tutelante consideraba que este tipo de material va en contra de la moral y de las buenas costumbres “que no es apta para los menores de edad y quebranta los derechos fundamentales al libre desarrollo de la personalidad y a la educación”.
Ohh, claro – porque, por algún motivo, hay que ‘protegerlos’ del sistema básico de reproducción humana.
Por cierto, no nos alegremos de a mucho, porque los motivos para negar la demanda fueron porque el condescendiente moralino “no está legitimado para reclamar por medio de tutela estos derechos“. O sea, fue una cuestión de forma, y no de fondo.
Y es que a mí me gustaría saber: ¿cuándo van a demandar por llevar a los niños a la iglesia o cualquier rito religioso? No sé, pero a mí me parece que las doctrinas fascistas que no permiten la menor disidencia son verdaderas amenazas al libre desarrollo de la personalidad, ¿no?