Hace un mes, Lars Hedergaard fue víctima de un nuevo intento de asesinato por sus caricaturas de Mahoma en el Jyllands Posten.
Ahora, en un completo cambio de actitud y abrazo del más preciado e importante de los valores ilustrados, los musulmanes moderados salieron en defensa de Hedergaard y su libertad de expresión:
Grupos musulmanes en el país, que fueron criticados con frecuencia durante el furor de las historietas por no hablar en contra de la violencia e incluso avivar deliberadamente las llamas, levantaron sus voces para condenar el atentado contra el señor Hedegaard y apoyar su derecho a expresar sus puntos de vista, sin importar lo odiosos que fueran.
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La Sociedad Islámica, que maneja la mezquita más grande de Dinamarca y jugó un papel importante en la agitación de las pasiones contra las caricaturas de Mahoma, rápidamente condenó el ataque contra el Sr. Hedegaard. También dijo que lamentaba su propio papel en el escándalo sobre la caricatura, cuando envió una delegación a Egipto y Líbano para hacer sonar la alarma sobre la blasfemia danesa, un movimiento que ayudó a a convertir lo que había sido un asunto interno casi desapercibido en una sangrienta crisis internacional.
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“Nosotros los musulmanes tenemos que encontrar una nueva manera de reaccionar”, dijo Qaiser Najeeb, danés de segunda generación, de 38 años de edad, cuyo padre emigró de Afganistán. “En lugar de centrarnos en el verdadero punto, siempre nos ponemos agresivos y emocionales. Esto debe cambiar. No defendemos las opiniones de Hedegaard, pero defendemos su derecho a hablar. Él puede decir lo que quiera”.
¿Por qué sí pueden entenderlo algunos miembros de la religión más violenta y represiva que existe y le queda grande a ‘defensores’ de derechos humanos y minorías?
(vía Friendly Atheist)
