Me uní a este “grito” en solidaridad con Elmahdy, pero no exclusivamente, para crear conciencia sobre los islamistas y su relación con el cuerpo femenino. Me uní porque el cuerpo femenino es una fuente de vergüenza y la sexualidad femenina es tratada como algo sospechoso en todo el mundo, y en lo personal, más frustrantemente en EEUU, el país donde nací. La ‘hipótesis Rumpelstiltskin’ del académico David Hermann, explica el poder y el propósito del calendario de Namazie, en cierta medida. Él dice que “a raíz de la idea fundamental rebelde de que si hay personas listas para ser ofendidas, y cuya preparación para la ofensiva restringe nuestra libertad individual, entonces debemos tratar de ofenderlos duro, fuerte, a menudo, y siempre que sea posible, hasta que estallen“. Al estar en solidaridad con Elmahdy a través de este calendario, espero que podamos obtener una masa crítica de atención que ponga en tela de juicio la percepción del cuerpo femenino.
A diferencia del contexto y la presentación de una chica de la página tres, las mujeres en este calendario somos productivas, independientes y defendemos más que nuestra desnudez. Para nosotras hay más que un cuerpo desnudo. Sin duda, los medios de comunicación modernos y el espectador conocedores de la tecnología (con esto quiero decir, cualquiera que haya crecido con los medios de comunicación audiovisuales, digitales y de impresión) está equipado con las herramientas necesarias para entender la diferencia entre la página 3 y el Calendario de Fotos de Revolucionarias Desnudas. La sociedad moderna nos ha hecho conocedores de muchos tipos de imágenes y relatos, sin duda este y el progreso del movimiento de mujeres nos permite ver esto no como un proyecto que complace al patriarcado, sino como una declaración activista que pretende dar a conocer un problema que está cerca de los corazones de las participantes. De hecho, el calendario puede ser tentador para algunos, pero muy claramente significa mucho más.
Sólo cuando podamos pensar libremente y sensatamente sobre el cuerpo femenino, seremos capaces de lograr la igualdad de género. Las ansiedades culturales sobre el cuerpo femenino y la sexualidad tienen ondas perniciosas. Basta pensar en los debates en torno a la salud de las mujeres, el acceso a anticonceptivos y el derecho a elegir tener un aborto en EEUU en este momento. Este calendario (y la retroalimentación para el calendario) está llamando la atención sobre estas actitudes improductivas.
¡Y dale con la memez de “complacer al patriarcado“! Tsk, tsk, tsk…
