El caso de una niña de 12 años de edad, quien habría recibido una transfusión de sangre VIH-positiva ha provocado indignación en la sociedad saudí, con llamadas enojadas pidiendo que el ministro de Salud a renuncie.
¡Ohh, esto es un antimilagro! Las sociedades islámicas prohíben el sexo gay y el extramatrimonial, así como la utilización de drogas intravenosas (o de cualquier otro tipo).
Es un claro caso de generación espontánea de VIH, porque ¿qué otra cosa podría ser?
Seguro que esto pasa con increíble frecuencia en sociedades que promueven hacerse pruebas para ETSs regularmente y testean igualmente todas las donaciones de sangre, facilitan el acceso a los anticonceptivos, reparten condones y hacen campañas de sexualidad segura.
Arabia Saudita en cambio, no está para chorradas de ese tipo – ellos multaron a siete oficiales del Ministerio… ¡y ya!
(vía ERV)
