Acorde con su perfil oscurantista y del medioevo, la Iglesia Católica definitivamente tiene problemas con la tecnología.
No es coincidencia que les cierren sus páginas de memes católicos, que los hackeen fácilmente y que el primer Papa con Twitter haya renunciado, algo que no pasaba desde hacía siglos.
De la misma forma, no es coincidencia que no entiendan de libertad de expresión y hayan iniciado un proceso penal contra el supuesto administrador Peneadicto XVI, excelente página blasfema:
Carlos Alberto Becerra Mendoza, peruano de 36 años de edad, identificado como el administrador de una de las páginas más vulgares y agresivas en Facebook contra el Papa Benedicto XVI, ha sido denunciado por la presunta comisión de delitos informáticos y contra el honor.
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La acción legal de ACI Prensa ante las autoridades señala que se ha interpuesto una “denuncia penal contra el Señor Carlos Alberto Becerra Mendoza, identificado con DNI Nº 10418557, por la comisión del delito contra el patrimonio–delito informático en la modalidad de alteración o destrucción de base de datos en agravio de mi representada”.
Becerra Mendoza, actuando en el anonimato, creó una página en Facebook denominada “Peneadicto XVI” no sólo para denigrar a la Iglesia Católica, sino para realizar campañas que promueven el odio contra la religión y actos de agresión física contra el Papa y otros líderes católicos.
La nota trae unas declaraciones de Alejandro Bermúdez, director del medio, que apestan a ese delirio de persecusión cristiano con el que se pavonean los fundamentalistas – una absurda y ridícula victimización.
Y digo que la tecnología los atropella, porque cualquiera que haya usado un computador para algo más que ver monaguillos desnudos, sabe que en Facebook cualquiera puede ser administrador de una página de seguidores.
Es más, PeneadictoXVI cuenta con más de 40 mil seguidores por lo que lo más normal del mundo sería que tuviera muchos administradores. Es más, los administradores podrían nombrar a 10 mil personas más como administradores también del sitio (e incluso Becerra podría dejar de serlo temporalmente, durante el tiempo en que se recaban pruebas, por decir algo). ¿Van a interponer 10 mil denuncias penales contra todos los que ofendan su superstición? ¿Realmente siguen siendo tan arrogantes como para creer que pueden paralizar los órganos de justicia de todos los países de habla hispana porque no saben vivir en un mundo donde su cuento de hadas puede someterse a la crítica?
Este es un proceso estúpido, que sólo gasta recursos del estado y desgasta el aparato judicial peruano. Sólo por eso, creo que PeneadictoXVI se merece muchos likes. Es la mejor forma de decirle a los retrofachos de la Iglesia Católica, que la Inquisición ya se acabó y que ser criticados es el precio que hay que pagar por tener un lugar en la esfera pública.
Si no les gusta, pueden regresar a la cueva de donde salieron.
Por cierto, ya se empiezan a notar otras expresiones de apoyo, como en Mi pequeño imperio de Carlos Sayyid.