Tras la renuncia de Benedicto XVI, en el Vaticano cayó un rayo.
Esto sirvió para desatar la euforia magufa, que pretende que eso es una señal divina:
El hecho ocurrió precisamente este lunes en que el Papa Benedicto XVI anunció que renunciará como líder de 1,1 millones de católicos del mundo el 28 de febrero debido a que su edad le impidió llevar a cabo sus deberes – un hecho sin precedentes en la historia moderna de la Iglesia Católica.
La imagen, que fue tomada este mismo lunes, ha generado polémica en las redes sociales pues no faltó quienes señalaran que se trata de una señal venida del cielo.
Incluso circula en las redes versiones de varios profetas como Malaquías, que presagió que después de Juan Pablo II vendría Benedicto XVI y después de éste, vendría el último Papa que se llamaría Pedro II y que presuntamente “apacentará el rebaño del Señor en medio de terribles tribulaciones: la destrucción de Roma, el fin del mundo y el juicio universal”.
No, a ver: a veces caen rayos y a suelen dar con estructuras en punta, encima de los edificios, como los pararrayos.
Y pensar que esta gente se burlaría de que alguien crea a día de hoy en Zeus, pero les parece normal ver señales en el más común y corriente fenómeno meteorológico. Superstición, al fin y al cabo.