Carl Jung desarrolló la hipótesis de tipos psicológicos que muchos otros retomaron para establecer los tests de personalidad, como el fraude del Indicador Myers-Briggs.
El Instrumento de Dominancia Cerebral de Herrmann (HBDI), desarrollado por William “Ned” Herrmann, tiene algunas similitudes con el Myers-Briggs, y dicen que mide y describe las preferencias de pensamiento en la gente.
El HBDI establece cuatro tipos de pensamiento (y cada persona podría ser clasificada en uno de estos): el analítico, el de secuencia, el interpersonal y el imaginativo. Sin embargo, hay varios problemas con respecto al HBDI.
En primer lugar, los autoinformes.
En 1996, los investigadores C.W. Allinson y J. Hayes, publicaron un estudio en el Journal Management Studies sobre otro indicador llamado Índice de Estilo Cognitivo. Allí señalan que “parece que hay poca o ninguna evaluación independiente publicada sobre varias medidas de auto-informe desarrolladas como herramientas de capacitación en gestión… [incluyendo el] Instrumento de Dominancia Cerebral de Herrmann”.
En el 2003, G.P. Hodgkinson y E. Sadler-Smith publicaron un estudio criticando el de 1996. Sin embargo, consideraron que el progreso en el campo ha sido “obstaculizado por la proliferación de construcciones alternativas e instrumentos de evaluación” como el HBDI.
El segundo problema que presenta este ‘instrumento’ es que se basa en el concepto de la lateralización, que como ya vimos, carece de cualquier evidencia que la apoye sus simpáticas sugerencias.
El tercer problema surge de la supuesta lateralización y es el de la creatividad. Del concepto de lateralización surgió la idea de estimular uno u otro hemisferio del cerebro para fortalecer ciertas habilidades. El propio Herrmann creó talleres de creatividad (como el Applied Creative Thinking [PDF]) partiendo de esta creencia no sustentada en la evidencia.
Y así es como otro test de personalidad termina en la papelera de la pseudociencia.