Por lo general, los neoliberales y ancaps se oponen a los programas sociales, como la salud, las pensiones y los seguros de desempleo, alegando que hay freeriders, y que los beneficiarios de estos programas son vagos que no se han ganado esos beneficios.
Pues en una magnífica columna sobre por qué la derecha se equivoca sobre la felicidad, Jeffrey Sachs desmonta este argumento:
Eso es una generalización bastante grotesca y denigra a las personas que recurren a estos programas y su valor moral. ¿En qué sentido moral son el Seguro Social, o Medicare, o el seguro de desempleo “no ganados”? Los destinatarios de la seguridad social han trabajado toda su vida y han hecho contribuciones de nómina, y lo mismo con los beneficiarios de Medicare. Los trabajadores desempleados que reciben seguro de desempleo han estado en el trabajo durante un “período de base”, y sus empleadores han estado haciendo contribuciones al sistema de seguro de desempleo, lo que indirectamente es un impuesto sobre los salarios. Si estos sistemas son actuarialmente equilibrados o no es un verdadero problema para la política fiscal. Pero considerar estos programas como “ingresos no ganados” es repugnante, falso y degradante.
Si tuviéramos que hacer una mirada seria a quienes tienen un ingreso no ganado, seguramente comenzaríamos en la parte superior, no en el fondo. Los sueldos de directores ejecutivos, los bonos de Wall Street, las gratificaciones de los grupos de presión, son ejemplos de un sistema ético roto, a veces poco diferentes de la delincuencia organizada. De hecho, cada día trae noticias de más crímenes en Wall Street. Sin embargo, los altos mandos han dado origen a decenas de miles de millones de dólares de ganancia inmerecida y mal habidos.