Si creen que la homeopatía “no hace nada”, tal vez quieran revisar la evidencia. La homeopatía es peligrosísima y puede incluso cargarse vidas.
No lo digo yo, lo dice la evidencia:
El objetivo de esta revisión sistemática fue evaluar críticamente la evidencia sobre los efectos adversos (EAs) de la homeopatía. Método: Se realizaron búsquedas en cinco bases de datos electrónicas para identificar todos los informes de casos y series de casos relevantes. Resultados: En total, 38 informes primarios cumplieron con los criterios de inclusión. De ellos, 30 se referían a EAs directos de remedios homeopáticos, y ocho estaban relacionados con acontecimientos adversos causados por la sustitución de la medicina convencional con la homeopatía. El número total de pacientes que experimentaron efectos adversos de la homeopatía fue de 1159. En general, las reacciones adversas oscilaron entre leve-a-grave y cuatro incluyeron víctimas mortales. Los efectos adversos más comunes fueron reacciones alérgicas e intoxicaciones. Rhus toxidendron fue el remedio homeopático más frecuentemente implicado. Conclusión: La homeopatía tiene el potencial de causarle daño a los pacientes y los consumidores, tanto en forma directa como indirecta. Los médicos deben ser conscientes de sus riesgos y aconsejar a sus pacientes en consecuencia.
Y por supuesto que es peligrosa: todas las creencias irracionales y no basadas en la evidencia conllevan un peligro y un riesgo tanto para los que se las creen como para los que los rodeamos.
(vía GMO Pundit)