Con el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre San Andrés (en el que concedió la soberanía a Colombia pero le quitó unas millas acuáticas), la derecha colombiana aprovechó para poner a flor de piel su indignación, que se activa a conveniencia, y ahora están convocando un cacerolazo contra la administración Santos y piden la renuncia del canciller (?) .
Como ya he dicho, a mí me traen sin cuidado si ‘nos’ quitan o ‘nos’ dan tierra. Soy ciudadano del mundo y no siento ninguna atadura o algún lazo especial con ningunas fronteras imaginarias, ni siento que debería tener ninguna preferencia por alguien que simplemente tuvo la misma mala suerte de nacer en el mismo país que yo.
A los uribestias siempre les ha costado trabajo entender que ya se acabaron las monarquías, que están mandadas a recoger y que existen divisiones de poderes que las ramas ejecutivas de los países civilizados respetan.
Al igual que les pasa con cualquier otro concepto civilizado e ilustrado, los seguidores de Uribe se atragantan de pensar que ‘perdimos’ millas acuáticas (y otros tantos usan la completa ausencia de lógica o razón en la postura uribista para meter cizaña contra el gobierno). Fachos, haciendo lo de fachos.
A ellos ahora se han sumado los de la pseudoizquierda patriotera, que lloriquea por el mar perdido. ¿Desde cuándo defender unas barreras imaginarias que separan arbitrariamente a los seres humanos unos de otros, se volvió un objetivo de la izquierda?
Todo esto, lo pude resumir en dos tweets:
Es que los uribestias ni se enteran: los órganos de justicia no están sometidos al Ejecutivo colombiano ¿#CacerolazoPaSantos? Pfffff…
—Ðavid Osorio (@Daosorios) November 19, 2012
Mamertos y fachos, todos juntos van al #CacerolazoPaSantos. ¡Que se cojan de las manos y canten llorando por su patrioterismo herido!
—Ðavid Osorio (@Daosorios) November 19, 2012
