Con la muerte de Savita Halappanavar en un hospital católico, donde no le realizaron un aborto, para salvar a un feto inviable, el mundo empieza a despertar.
O por lo menos lo hizo la ONU, que declaró que los anticonceptivos son un derecho humano:
Es la primera vez que el reporte anual del Fondo de Población de las Naciones Unidas describe explícitamente la planificación familiar como un derecho humano.
También declara que las barreras legales, culturales y financieras para el acceso a los anticonceptivos y otras medidas de planeación familiar violan los derechos humanos de las mujeres.
Ahí acaba la buena noticia:
El reporte no es vinculante y no tiene efectos legales en las leyes nacionales.
Lástima que haya tenido que morir una mujer, y en esas condiciones para que la ONU se dé un escarmiento. A ver cuántas más tendrán que morir antes de que hagan un reporte con el mismo contenido, pero con carácter vinculante.
(vía La mujer de púrpura)