Científicos de la Asociación Estadounidense del Corazón y de la Universidad de California acaban de conseguir un resultado extraordinario.
Con tomates transgénicos, lograron combatir la aterosclerosis en ratones, lo que arroja nuevas luces en un tratamiento para humanos:
Destacados del estudio:
Por primera vez, los investigadores han diseñado genéticamente plantas de tomate para producir un péptido que imita las acciones del colesterol bueno cuando se comen. Los ratones que comieron los tomates liofilizados de tierra tuvieron menos inflamación y redujeron la acumulación de placa en sus arterias. Informe de la reunión de la Asociación Americana del Corazón:
Por primera vez, plantas de tomate genéticamente modificadas produjeron un péptido que imita las acciones del buen colesterol cuando se consumen, informaron investigadores en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón 2012.
En el estudio, los ratones que se comían los tomates liofilizados de tierra tuvieron menos inflamación y reducción de la aterosclerosis (acumulación de placa en las arterias).
“Hemos encontrado una nueva y práctica forma de hacer un péptido que actúa como la principal proteína en el colesterol bueno, pero es muchas veces más eficaz y se puede conseguir al comer la planta”, dijo Alan M. Fogelman, MD, autor principal del estudio y silla ejecutiva del Departamento de Medicina y director de la Unidad de Investigación de la Aterosclerosis en la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA.
Los investigadores modificaron genéticamente los tomates para producir 6F, un pequeño péptido que imita la acción del ApoA-1, la principal proteína en la lipoproteína de alta densidad (HDL o colesterol “bueno”). Dieron de comer los tomates a ratones que carecen de la capacidad de eliminar las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol “malo”) de su sangre y que fácilmente desarrollan inflamación y aterosclerosis cuando consumen una dieta alta en grasas.
Después de que los ratones comían los tomates en el 2,2 por ciento de su dieta de estilo occidental repleta de altos contenidos en grasas y calorías, los que recibieron los tomates mejorados en péptidos tuvieron significativamente:
niveles sanguíneos de inflamación más bajos; mayor actividad de paraoxonasa, una enzima antioxidante asociada con el colesterol bueno y relacionada con un menor riesgo de enfermedad del corazón; niveles más altos de colesterol bueno; disminución del ácido lisofosfatídico, un promotor de tumores que acelera la acumulación de placa en las arterias en modelos animales; y menos placa aterosclerótica. “Hasta donde sabemos éste es el primer ejemplo de un fármaco con estas propiedades que se han producido en una planta comestible y es biológicamente activo cuando se alimenta sin aislamiento o purificación de la droga”, dijo Fogelman.
(vía GMO Pundit)