Siempre digo que los chamanes y demás son estafadores y embaucadores profesionales.
Ahora, a una familia le tocó aprenderlo a las malas:
Una familia que buscó los servicios de un chamán para curar una gripa terminó asaltada. Con un bebedizo el falso curandero durmió a los esposos, sus dos hijas y su yerno y se llevó los objetos de valor de la casa.
¿”Falso curandero”? ¿Acaso existen chamanes reales?
(vía Olimac)