El mundo incivilizado ha recibido una fuerte sacudida en estos días en Alemania.
Resulta que una niña que fue completamente adoctrinada y su cerebro lavado para que desprecie su cuerpo, pidió que la eximieran de natación con el resto de la clase y llevó su ridícula exigencia a los tribunales. Perdió:
Una niña musulmana perdió hoy en Alemania la demanda presentada ante el Tribunal Superior Contencioso-Administrativo (VGH) de Hesse en la que reclamaba quedar eximida de las clases mixtas de natación por motivos religiosos.
La menor, vecina de Fráncfort (oeste de Alemania) y de doce años, quería demostrar haber recibido un trato injusto al ser obligada a asistir el curso pasado, cuando tenía once, a las clases mixtas de natación.
El juez que preside el tribunal con sede en Kassel (centro), Hans Rothaug, argumentó que “la demandante estaba obligada entonces a participar en las clases de natación” pues “en esos momentos no existía en ese caso concreto motivo alguno para una exención”.
Además, la escuela de la menor permite el uso del “burkini”, un bañador de cuerpo entero que sólo deja al descubierto cara, manos y pies, y que responde a las prescripciones del islam en materia de vestimenta, agregó.
“Es una bolsa de plástico que afea”, argumentó Klaus Meissner, abogado de la demandante, para defender la negativa de la menor a llevar “burkini”.
La defensa aludió además al hecho de que la niña se sentía avergonzada al ver a sus compañeros y compañeras en bañador.
El juez subrayó no tener duda alguna de las convicciones religiosas de la menor, pero señaló que en este caso concreto, el tribunal ha dictaminado que la obligación educativa del Estado prima sobre el derecho fundamental a la libertad de religión.
Las decisiones que toma Alemania últimamente no están del todo mal. Rechazar el relativismo cultural fue lo mejor que puedieron hacer, porque ninguna creencia religiosa puede estar por encima de la ley.
