Curiosamente, cuando escribí acerca de la quema de la cruz durante el plantón contra Ordóñez, dejé bastante claro que esa era mi postura, individual, y que no era la de la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá (AAAB).
Pues mis compañeros de la Junta Directiva de la AAAB me dieron una grata sorpresa cuando el comunicado de prensa de la Asociación toma una postura muy similar a la mía:
El 26 de septiembre, la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá (AAAB) participó de un plantón para oponerse a la reelección de Alejandro Ordóñez como Procurador General de la Nación.
Durante el evento, personas de otro colectivo llevaron una cruz y le prendieron fuego.
La Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá aclara que ni la AAAB, ni ninguna persona relacionada con la Asociación tuvo nada que ver con el incidente. A pesar de que no son los métodos a los que recurrimos en la Asociación, comprendemos que mientras esos trozos de madera fueran llevados y quemados por sus dueños, la quema fue llevada a cabo como un gesto de indignación con la visión del Procurador contraria a los derechos de la mujer y al estar esto enmarcado en un ejercicio de libertad de expresión, siendo este un derecho capital para la democracia, y al no haber constituido este un acto de vandalismo ni daño en propiedad ajena, no condenamos ni repudiamos el hecho.
En la lucha por la protección y garantía de los derechos, consideramos que resultaría incoherente reclamar por un derecho, si en el proceso condenáramos el ejercicio de otro.
Me siento muy feliz y orgulloso de que la Asociación defienda la libertad de expresión.