En este país, en el que las personas compran cualquier tipo de producto milagro, la labor de José Miguel de la Calle es digna de ser resaltada: los comerciantes de timopulseras, de Genoma Lab, los del Revertrex y los de la cruz del Gólgota fueron justamente sancionados por la Superintendencia de Industria y Comercio, dirigida por de la Calle.
Por eso me pone en alerta saber que renunció:
José Miguel de la Calle presentó una carta de renuncia ante el presidente Santos, luego de permanecer dos años al frente de la SIC
De la Calle, es hijo del actual jefe del equipo de negociadores del proceso de paz del Gobierno Humberto de la Calle.
El saliente Superintendente durante su gestión multó varias marcas por publicidad engañosa y se enfrentó a las empresas de telefonía celular, al hacer una macro investigación sobre ese servicio y que dejó cifras alarmantes sobre las quejas de los colombianos frente a los operadores móviles.
Hay versiones preliminares que el doctor de la Calle deja la Superintendencia para estar al frente de la empresa de abogados que tiene su padre el ex vicepresidente Humberto de la Calle.
¿Qué pienso? Pues no sé el motivo de su retiro y me parece improbable que tenga que ver con la reelección de Ordóñez, aunque puede ser para evitar los problemas con la Procuraduría inquisidora que dirige este.
Valga decir que de la Calle fue muy valiente al enfrentar esa mafia de la cruzada jurídica impulsada por Felipe Zuleta Lleras y coadyuvada por el tinterillo Jaime Lombana y Amparo Grisales; también vale la pena recordar que Sayco fue puesto bajo investigación durante esta administración en la Superintendencia.
Quedo a la expectativa de que Santos designe a una persona competente, que siga castigando la charlatanería, el fraude y la estafa, y que sea lo suficientemente valiente como para oponerse a estos poderosos defensores del engaño y la argucia.
(vía Marcela)