Después de que la Corte Suprema de Justicia traicionó la democracia, postulando como posible ternado a Alejandro Ordóñez, ya vamos viendo las pocas salidas que nos quedan ante la posibilidad de que ese Torquemada vuelva a quedar elegido para defender los derechos humanos.
El primero en señalar lo inconstitucional de esta abyecta sumisión a la Inquisición fue Rodrigo Uprimny, al señalar que Ordóñez compró los votos mediante el nombramiento de los familiares de quienes lo pueden nombrar y lo tienen que investigar.
Cecilia Orozco retomó el tema y lo llevó un poco más lejos:
Algo similar ocurre con los senadores que tienen la facultad de elegir al ganador de la terna. Salvo el propio Ordóñez, sólo su dios sabe con exactitud cuántos familiares de parlamentarios reciben sueldo por su graciosa concesión; pero no es un secreto que muchos congresistas le deben respaldo por ese concepto. Por eso en el Capitolio se admite sin problema que “el procurador está elegido”, en medio de ese clima cínico que domina hoy el ejercicio de lo público. Baste con citar un solo ejemplo: la esposa del presidente del Senado, Roy Barreras, quien como tal tiene que dirigir la sesión en que se reelegirá a Ordóñez, es subalterna de éste. Barreras ha dado declaraciones a favor del procurador. La ética arrasada.
La Corte Constitucional ha sentado jurisprudencia en torno al derecho que tenemos todos de acceder a cargos estatales en igualdad de circunstancias, excepto cuando haya inhabilidades establecidas para proteger el interés general y los principios de imparcialidad y moralidad. El artículo 126 busca erradicar la práctica del nepotismo. El señor procurador, la Corte Suprema y el Senado se pasaron por la faja la Carta Política en ese aparte, además del Código Disciplinario que indica que es “una falta gravísima no declararse impedido oportuna (y efectivamente) cuando exista la obligación de hacerlo” (art. 48). Por eso Uprimny dice que Ordóñez debería “autodestituirse”. Para rematar, el artículo 127 de la Carta indica que “la utilización del empleo para presionar a los ciudadanos a respaldar una causa… constituye causal de mala conducta”. Demasiada evidencia de violación constitucional para quedarnos callados. O la Corte revoca su equivocada actuación o demandamos la nulidad de esa nominación.
Y ese es el candidato del partido de la moral.
Por cierto, ya se empiezan a mover los que planean reelegir el fascismo en persona. Por ejemplo, mientras el partido Liberal decidió votar por Ordóñez, al igual que La U, la esposa de Roy Barreras renunció a la Procuraduría y resulta cuando menos sospechoso que el representante Augusto Posada renunciara a la Comisión de Acusaciones de la Cámara.
Mientras tanto, la Corte Constitucional por fin dejó de ser tan patéticamente pusilánime y le ordenó a Ordóñez que rectifique las mentiras que ha dicho sobre el aborto:
El alto tribunal tomó esta decisión luego de fallar a favor de una tutela interpuesta por 1250 mujeres, liderada por la abogada y directora de la organización Wome’s Link, Mónica Roa, la misma jurista que logró mediante una acción judicial la despenalización del aborto en tres situaciones.
El fallo emitido por la Corte indica que el jefe del Ministerio Público tendría que rectificar su posición frente al derecho de las mujeres para interrumpir su embarazo, así como el uso de la llamada y conocida “píldora del día después”.
Victoria para las mujeres y felicitaciones a Mónica Roa. Eso sí, siempre cabe la posibilidad de que Ordóñez desacate la orden y, como es usual, nadie haga nada.