Si piensas que ningún niño nace pecador ni tiene que “renunciar al demonio”.
Si crees que es necesario debatir sobre la eutanasia y la despenalización del aborto.
Si aceptas usar métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados.
Si lo haces sólo por tradición o porque quieres hacer una fiesta.
Si lo haces por no contradecir a tus padres o a tus suegros.
Si pretendes darle educación sexual libre de prejuicios en vez de adoctrinamiento.
Si no eres católico practicante y nunca vas a misa.
Si pinesas que la homosexualidad no es una perversión ni un castigo divino.
Si te da igual.
Al bautizar a tu hijo lo haces miembro de la Iglesia Católica, que utiliza su mayoría numérica para reclamar privilegios de parte del estado. Una persona puede bautizarse en cualquier momento de su vida y tu hijo podrá hacerlo cuando se sienta capacitado para decidir si cree o no.
Si no eres católico practicante y te interesa dar un ejemplo de coherencia entre pensamiento y acto, no lo bautices.
(vía Facebook)