Si hay una cosa que me molesta de las religiones es su necesidad de imponer sus antivalores conservadores al resto de la sociedad.
Y en Inglaterra, las escuelas cristianas han encontrado una muy buena forma de hacer esto, privando a sus alumnas de la vacuna contra el virus del papiloma humano:
Algunas escuelas en Inglaterra han optado por salir del programa de vacunación contra el VPH debido a que sus alumnas siguen estrictos principios cristianos y no tienen relaciones sexuales por fuera del matrimonio. La inyección asegura contra dos cepas del virus del papiloma humano (VPH) -16 y 18- que causan el 70% de los casos de cáncer de cuello uterino. Se ofrece de forma rutinaria a las niñas de 12 a 13 años de edad.
Tan lindos los religiosos: “Que les dé cáncer, ¿quién les manda tener sexo que nosotros no consentimos?“.
(vía The Freethinker)